Los clientes extranjeros visitan la fábrica para observar los procesos de producción, inspeccionar la calidad de los productos, comprender las capacidades de fabricación y conocer la filosofía de gestión y las fortalezas técnicas de la empresa. La visita suele incluir visitas guiadas a talleres, demostraciones del funcionamiento de los equipos, intercambios sobre estándares de producción y sistemas de control de calidad, y debates sobre posibles opciones de cooperación, con el objetivo de generar confianza, aclarar necesidades y promover la colaboración empresarial.